La Guerra Fría, un periodo de tensión geopolítica y rivalidad ideológica entre Estados Unidos y la Unión Soviética, dominó la escena mundial desde finales de la Segunda Guerra Mundial hasta el colapso de la URSS en 1991. No se trató de una guerra directa entre ambos superpoderes, sino de una confrontación indirecta, caracterizada por una carrera armamentista nuclear, una intensa propaganda ideológica, y la participación en conflictos bélicos por medio de aliados y proxies en diferentes partes del mundo. Esta rivalidad, basada en sistemas políticos y económicos opuestos –el capitalismo y el comunismo–, creó un clima de constante amenaza nuclear y una profunda desconfianza, moldeando la política internacional durante casi medio siglo. Su impacto se extiende hasta nuestros días, dejando una profunda huella en la geopolítica actual.
La Guerra Fría, se pueden identificar periodos con características distintivas:
Inicios y Consolidación (1947-1953): Se caracteriza por la consolidación de las dos superpotencias, la instauración del telón de acero, la doctrina Truman (contención del comunismo), el Plan Marshall (reconstrucción de Europa occidental), la formación del Pacto de Varsovia y la OTAN, y la Guerra de Corea (primer conflicto armado directo entre las dos potencias a través de sus aliados). Este periodo se define por una gran incertidumbre y la creciente amenaza nuclear.
Convivencia Tensa y Crisis (1953-1962): Se produce una relativa distensión ("deshielo"), pero también momentos de alta tensión como la Crisis de Suez (1956), la Revolución Húngara (1956) y, sobre todo, la Crisis de los Misiles en Cuba (1962), que llevó al mundo al borde de una guerra nuclear. Este periodo se caracteriza por la carrera espacial y la proliferación de armas nucleares.
Détente (1962-1979): Se inicia un periodo de distensión, con negociaciones entre las superpotencias, como los tratados de limitación de armas (SALT I y SALT II). Sin embargo, la tensión persistió, especialmente por la Guerra de Vietnam y la intervención soviética en Afganistán (1979), que puso fin a la distensión.
Nueva Guerra Fría (1979-1985): Se caracteriza por un aumento de la tensión, una nueva carrera armamentista y una intensificación de la propaganda ideológica. La llegada de Ronald Reagan a la presidencia de Estados Unidos marcó un giro en la política estadounidense, con una postura más beligerante hacia la URSS.
Perestroika y Glasnost (1985-1991): Las reformas económicas y políticas de Mijaíl Gorbachov en la URSS, la Perestroika y la Glasnost, debilitan al régimen soviético y contribuyen a su colapso final en 1991, marcando el fin de la Guerra Fría.
Hipólito Yrigoyen (1852-1933) fue una figura clave en la historia de Argentina, dos veces presidente del país (1916-1922 y 1928-1930). Su trayectoria política y su legado son complejos y han generado debates históricos hasta el día de hoy. Su historia puede dividirse en varias etapas: 1. Los primeros años y el ascenso político (hasta 1916): Orígenes y formación: Nació en una familia humilde en provincia de Buenos Aires. Su formación política fue autodidacta, con una profunda influencia del federalismo argentino y una fuerte identificación con las clases populares. Militancia radical: Se involucró tempranamente en la Unión Cívica Radical (UCR), un partido político surgido a finales del siglo XIX en oposición al régimen oligárquico. Yrigoyen, junto a figuras como Leandro N. Alem, se opuso al fraude electoral y a la exclusión política de las masas. Tras la muerte de Alem, se convirtió en una figura central del radicalismo. El radicalismo como movimiento popular: Yrigoyen ...
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